Tirano Banderas - Ramón del Valle Inclán
Ramón del Valle-Inclán es un clásico ejemplo del escritor que todos conocen y nadie lee. Seguramente en la secundaria tuve que memorizar su nombre como uno de los miembros de la generación del 98 sin entender muy bien qué significaba todo eso ni para qué tenía que llenar mi cabeza de basura.
He leído Tirano Banderas, la novela favorita de Valle-Inclán, con un poco de temor de aburrirme, pero ha sucedido algo diferente, no se puede decir que me haya pasando bostezando toda la lectura, pero tampoco diré que me divertí como nunca antes, lo dejaremos en que estuvo interesante.
Tirano Banderas es una novela latinoamericana escrita por un español en un lenguaje extraño que no es ni castellano, ni mexicano, ni cubano, ni argentino sino una mezcla imprecisa de un poco de todo iberoamérica.
Empieza igual a como empezaría una novela cualquiera de la revolución mexicana, un ranchero hablando con sus peones sobre la estrategia que seguirán en su ataque a los federales para por fin poder quitar al tirano del gobierno. No falta el desertor del gobierno que los está ayudando, ni el sufrido al que le mataron a su hijo y a su esposa. Seguimos con una aproximación al tirano y a lo malvado que es, luego vemos a los burócratas en un burdel, gachupines robando a los pobres y apoyando la tiranía y hasta actos de espiritismo.
La historia (con mayúscula o con minúscula) es lo de menos, solamente un pretexto para el experimento literario. Claro, el resultado del experimento es interesante, pero creo que me hubiera gustado más leer una obra que no tuviera solamente una excelente técnica y maestría, sino también un poco más de alma.
5 Comments:
Estimado Mario Escamilla:
Qué bueno que tuviste a bien leer a Ramón del Valle Inclán (1866-1936), específicamente su novela Tirano banderas (1926). Según Wikipedia, dicha novela: “… narra la caída del dictador sudamericano Santos Banderas, personaje despótico y cruel que mantiene el poder gracias al terror y a la opresión. Es una excepcional descripción de la sociedad sudamericana y la primera vez que se aborda literariamente la dictadura.” Ver: http://es.wikipedia.org/wiki/Ram%C3%B3n_Mar%C3%ADa_del_Valle-Incl%C3%A1n#Narrativa
Para cuando tengas tiempo, me permito recomendarte las siguientes:
• Miguel Ángel Asturias (1899-1974), El señor presidente (1946)
• Augusto Roa Bastos (1917-2005), Yo, el Supremo (1974)
La idea es que puedas realizar un ejercicio mental y para que éste sea efectivo, efectúa la comparación -extrayendo diferencias y similitudes- entre las tres, pues la temática es similar. En efecto, según Margarita Carrera en su columna de opinión: Revelaciones: “Yo, el supremo”
“Cuando Roa Bastos publica esta novela, ya Asturias tenía años de haber escrito "El Señor Presidente".
Sin embargo, fue Ramón del Valle Inclán, genial autor español de la Generación del 98, quien por primera vez escribiera sobre un dictador latinoamericano imaginario, pero inspirado en la realidad: "Tirano Banderas".
De manera esperpéntica (estilo inventado por él), relata la caída de un militar atroz. Cuánto influyó Valle Inclán en Asturias y luego en Roa Bastos, es algo digno de ser estudiado, si es que aún no se ha hecho.”
VER: http://www.prensalibre.com/pl/2005/mayo/27/115227.html
A pesar de la opinión de Carrera, estimo que Miguel Ángel Asturias no pudo haberse sentido influenciado por del Valle en función que El Señor Presidente es superior en su contenido y planteamiento; esto no lo afirmo porque nuestro Nóbel sea guatemalteco, sino por su contenido. Por eso estoy de acuerdo con la opinión que en 1946 expresara el también guatemalteco Rafael Arévalo Martínez (1884-1975) sobre esta obra, publicada precisamente en dicho año, después que él leyera lo afirmado por Martin E. Erickson en 1945, publicado seguramente en University of Texas. (1945). Intellectual trends in Latin America: papers read at a conference on intellectual trends in Latin America. Austin, Texas: Univ. of Texas Press. Ver: http://www.worldcatlibraries.org/wcpa/top3mset/18f4592a49f60864.html# Dicho autor afirma que sólo José Milla y Vidaurre podía ser considerado como el único novelista genuino en Centroamérica hasta esa fecha.
Según la hija de Rafael, Teresa Arévalo:
“Pero, al acabar de leer la última producción de Asturias, él expresó su sentir, aludiendo a lo expresado por Erikson que:
Al fin teníamos la novela guatemalteca con El Señor Presidente, no sólo era una gran novela guatemalteca, sino una gran novela americana, digna de ponerse al lado y en pie de igualdad con La Vorágine, Don Segundo Sombra, Doña Bárbara y La Sombra del Caudillo, es decir el magno cielo de novelas americanas.
Y a su parecer, sin El Señor Presidente, Miguel Ángel Asturias habría quedado en nuestra historia literaria como un mediano escritor. No le concedía demasiado valor a sus Leyendas de Guatemala y creía que los aciertos obtenidos en esta última y en Émulo Lipolidón, que eran los libros editados a esa fecha por el autor, pertenecían en un todo a un género inferior de literatura que escasa nombradía podía dar a Asturias.
Para su recién publicado libro escribió:
¡Qué pulgar creador, qué gran fuerza de proyección, existen en El Señor Presidente! No sólo es la primera novela guatemalteca sino es la primera gran obra de su autor, a pesar de los 48 años de éste.
Pintoresca, graciosa, interesante siempre, la obra es un regalo para el lector. Y como toda obra maestra, a pesar de estar compuesta conforme al principio de ‘El Arte por el Arte’, perfectamente objetiva y más allá de todo designio utilitario, constituye el mejor enjuiciamiento y la mejor expresión del régimen tiránico de Estrada Cabrera y de la figura de éste. Sólo un capítulo lleno de vida de El Señor Presidente supera como realización, libros enteros dedicados a la obscura personalidad del mandatario guatemalteco, que tales son los milagros obrados por la perfecta belleza literaria, como expresión del género creador.
La novela social latinoamericana llegaría a ocupar con el tiempo un lugar de mucha importancia en el panorama cultural en nuestro continente, la que después, se divulgaría en Europa traducida a diferentes idiomas.”
FUENTE: Arévalo, Teresa: Rafael Arévalo Martínez (desde 1926 hasta su muerte en 1975). Editorial e Impreofset Óscar de León Palacios. Guatemala, 1995. Páginas 361-362.
Acerca del guatemalteco Miguel Ángel Asturias (1899-1974), Premio Nóbel de Literatura 1967, y su novela "El Señor Presidente" (1946), me permito recomendar que vean el artículo publicado el 16 de noviembre de 2007 en
http://www.analitica.com/va/arte/oya/4847340.asp
Se refiere a un comentario acerca de la película venezolana "Señor Presidente".
Concuerdo contigo, Don Mario. Hace días que he acabado de leer Tirano Banderas. Novela de Tierra Caliente. Siendo sincero, tuve que leer las primeras noventa páginas dos veces, dado que en mi primer intento, y con riesgo de sonar como una persona que no aprecia el arte, la redacción fue un tanto tediosa.
Lo que ha llamado mi atención, en mi corta vida como lector, es el empleo de esas "únicas" palabras que empleó el escritor.
Estimado Anónimo:
Me atrevo a felicitarlo por su honestidad en reconocer que tuvo que leer dos veces las primeras 90 páginas de "Tirano Banderas".
A este servidor le ocurrió casi lo mismo hace algunos años con otros libros.
Lo importante es que logró concluir la lectura y hasta encontrar palabras nuevas para usted.
Cuando tenga tiempo, por favor lea "El Señor Presidente" (1946) del guatemalteco Miguel Ángel Asturias (caso del dictador durante 22 años, Manuel Estrada Cabrera). Hay pelicula "Señor Presidente" (2007) del venezolano Rómulo Guardia; ver
"El Señor Presidente llega a la pantalla" Viernes, 16 de noviembre de 2007; en http://www.analitica.com/va/arte/oya/4847340.asp
y Comentario a la película "Sr. Presidente"
Viernes, 25 de julio de 2008 en http://www.analitica.com/va/sociedad/articulos/4062681.asp
Después de ello, haga las comparaciones respectivas, y si le da tiempo, adicione a su cuerpo de conocimientos la novela de Augusto Roa Bastos, "Yo, el Supremo", que si bien es más densa que "Tirano Banderas", no por ello deja de ser atrayente su lectura, puesto que también se basa en un caso real (el régimen del conocido como Dr. Francia en Paraguay).
Finalmente, si deseara aumentar la comparación entre novelas de dictadores, vea "El Recurso del Método", de Alejo Carpentier.
FELIZ NAVIDAD Y UN MEJOR AÑO NUEVO
Abusando del apreciado espacio de Mario Escamilla, que espero no lo tome a mal, quiero agradecerle a Ariel Batres por tomarse la molestia de responder. Tendré presente sus recomendaciones.
Me despido, deseándoles una buen día.
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