El baúl de los libros

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miércoles, julio 20, 2005

El muro - Jean-Paul Sartre

Hace tiempo me había prometido no volver a leer a Sartre nunca más.


La semana pasada, mientras paseaba entre los pasillos de una librería, un libro me llamó. Justo debajo de un letrero de oferta, estaba El muro diciéndome que a él no lo había leído, y que sería diferente a los demás, ya no sería teatro, ni filosofía pura, ni una novela nauseabunda, con voz inocente me dijo que era simplemente un librito de cuentos. Y lo compré. Y lo leí.


Yo no sé si me gusta lo que piensa Sartre o no (me inclino más a que no), tampoco sé si me gusta literariamente o no (aunque creo que ahí me inclino más a que sí), pero estoy seguro de que cada vez que leo a ese señor, el corazón se me llena de una amargura viscosa que es exageradamente difícil de sacar.


El muro consta de cinco cuentos (o cuatro y una novela corta) terribles, desde los hombres que esperan su fusilamiento hasta el niño bisexual, pasando por el misántropo cobarde que quiere matar personas, todo es un asco; y Sartre que se empeña en desconocer los sucesos del pasado de las personas como causa de sus actos, achacando toda la responsabilidad al presente.


Mi única solución para sacar la amargura es pensar, obligarme a pensar, que aquellos tiempos han pasado, la época más asquerosa en la historia de la humanidad, en sus actos y en sus pensamientos, el siglo XX, se ha quedado completamente atrás.

jueves, julio 14, 2005

El origen del mundo - Jorge Edwards

Quizá lo mejor que se puede encontrar en este libro es la lección de que nadie tiene su cordura asegurada.

Patricio Illanes es un doctor de unos 70 años que tiene su vida anímico-psicológica resuelta. Está casado con una mujer 20 ó 30 años menor que él y, aunque no ha regresado a Chile, ha dejado atrás sus afiliaciones políticas de izquierda, todos sus fantasmas están enterrados, todo indica que la vida no le depara ya más que un buen morir. Pero hay un fantasma oculto que asoma sus ojos desde el inicio del libro y se muestra completamente cuando Felipe Díaz, amigo de Patricio y su esposa, se quita la vida. Y es que desconfiar de un amigo vivo es algo llevadero y hasta solucionable. ¿Pero qué pasa si aquel de quien hemos retirado nuestra confianza ya no está para seguir siendo parte de nuestras alegrías, o para golpearlo, o para obligarlo a que nos diga la verdad? ¿Y si le damos otra vuelta de tuerca para decir que nuestra esposa, la única persona viva que nos queda en la que podríamos confiar, es la causa de la desconfianza?

El origen del mundo es una novela que esconde, dentro de su historia detectivesca, muchos de nuestros mayores miedos e incertidumbres. Pero también tiene, como en Ulises, una vuelta al seno de la mujer, una esperanza cumplida, una verdad dolorosa del sexo femenino en voz de Silvia, la esposa de Patricio.

Si me pidieran que resumiera mis impresiones del libro en una sóla frase yo haría una pregunta ¿Por qué prefiere la humanidad el conocimiento de la verdad perturbadora a la incertidumbre de la ignorancia?

viernes, julio 08, 2005

El maestro de Petersburgo - J. M. Coetzee

El gran problema es que Coetzee no piensa a Dostoyevski como lo pienso yo. Para mí Dostoyevski es similar a Dimitri Karamasov, un hombre bueno que se cree malo, un alma atormentada y llena de remordimientos que no se ha dado cuenta que en su corazón no hay más que buenos sentimientos. Coetzee lo describe en este libro como alguien del tipo de Raskolnikov, un hombre que se cree bueno o capaz de redimir su alma, pero cuyo corazón está realmente torcido.

El problema es que no me pude quitar de la mente mi imagen propia de Dostoyevski mientras leí el libro, por lo que no pude disfrutarlo, me la pasé juzgando esto todo el tiempo.

No puedo dar ninguna opinión del libro debido a que ésta sería aún más subjetiva de lo acostumbrado. Sólo puedo decir, si vas en busca de Dostoyevski, mejor abstente de leerlo; si vas en busca del Coetzee de Desgracia y Esperando a los bárbaros, abstente, si quieres leer algo nuevo, adelante.